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El cobre se derrumba y 10% de las mineras operan con un costo superior al precio
La caída en la cotización del mineral está afectando también a las arcas fiscales, que por cada centavo que retrocede reciben US$ 60 millones menos.
El precio del cobre ha sido una de las principales víctimas del avance del covid19 por el mundo, presionando fuerte su valor en las últimas semanas. Ayer el mineral cerró en US$ 2,09 la libra, lo que representó una caída de 4,89% respecto del día anterior y su menor valor desde septiembre de 2016. Hubo momentos de la jornada en que incluso se transó levemente por debajo de los US$ 2.
Según explica el director ejecutivo de Plusmining, Juan Carlos Guajardo, estos niveles de precio llevan a las mineras a tomar medidas administrativas con el objetivo de reducir costos al máximo, con tres ejes principales: se reduce todo tipo de gasto externo y se renegocian contratos; se minimizan los presupuestos destinados a la exploración minera, y se reformulan proyectos en carpeta. En un escenario más extremo, se puede comenzar a ver el cierre de algunas faenas.
“Aún estamos en el comienzo, las compañías están recién tomando medidas, la mayoría está en una fase previa que son los planes de contingencia, que están además contaminados por el tema sanitario”, agrega Guajardo, quien de todo modos valora la fortaleza que tuvo el peso chileno ayer, lo que sería una “señal de esperanza”. Desde el Gobierno han descrito esta variación del precio como un duro golpe para las arcas fiscales, y es que, según los cálculos del Ejecutivo, por cada centavo de dólar que baja el precio del cobre, el Estado deja de percibir US$ 60 millones.
Precio bajo costos
Esta variación golpea sobre todo a las firmas con mayor costo de producción (C1), que incluso están operando a un valor sobre el que se cotiza el mineral. Se estima que se trata del 10% de la industria local, entre las que se encuentran yacimientos como Gaby, de Codelco; Quebrada Blanca, de Teck, y El Abra, de Freeport, entre otras.
Esta variación golpea sobre todo a las firmas con mayor costo de producción (C1), que incluso están operando a un valor sobre el que se cotiza el mineral. Se estima que se trata del 10% de la industria local, entre las que se encuentran yacimientos como Gaby, de Codelco; Quebrada Blanca, de Teck, y El Abra, de Freeport, entre otras. Eso sí, desde el CRU Group advierten que este no es el único indicador que toman las empresas para tomar una decisión como un potencial cierre.
“Hay costos asociados al cierre y la reapertura de las faenas, por lo que una empresa preferiría posponer el cierre del activo si el precio está por debajo de sus costos en efectivo, especialmente si la compañía espera que el precio del cobre se recupere en el corto plazo”, sostiene Víctor Rodríguez, consultor principal del CRU. En crisis como la de 2009, según las cifras del CRU, casi el 25% de la industria mundial de cobre no cubría sus costos de producción (C1).
No obstante esto, ninguna minera grande cerró en Chile, pese a estar en el cuarto cuartil de la curva de costos, circunscribiéndose esta medida extrema a operaciones menores como Tamaya y Montecristo. Similar fue lo que pasó en 2016, cuando se veían precios como los de esta semana y que llevó a las firmas locales a buscar reducir sus costos a través de la renegociación de contratos y la desvinculación de trabajadores. “En ambos períodos del mercado, las grandes compañías mineras redujeron la producción en sus minas de cobre como medida para reducir costos y también fuimos testigos de ventas de sus activos no esenciales en el último periodo de bajos precios”, añade Rodríguez.
Con todo, las proyecciones del CRU Group para el precio el cobre son que durante el segundo semestre de 2020 esté en torno a US$ 2,20 la libra, mientras que el promedio anual rondaría los US$ 2,4, aunque advierten que estas cifras están sujetas a los efectos de la pandemia. ¿Posible rebote? Para el académico de la Universidad Católica Gustavo Lagos, el precio sigue bajando porque, pese a la mejoría de China, hay menos demanda, ya que tanto Europa como Estados Unidos están casi paralizados. Pero un posible brote en una faena obligará a las firmas a tomar decisiones más radicales, que podrían llegar a tener un efecto en la cotización, al existir mayor presión en la oferta.
“Las mineras piensan que podrán seguir funcionando, pero la continuidad operacional no está garantizada, ese es el gran tema, nadie puede predecir lo que va a pasar. En Perú ya hay faenas que han cerrado y es esperable que se repita, porque los sindicatos lo van a pedir. Si empiezan a cerrar faenas, eso podría permitir que el precio suba, dependiendo también el tamaño de la empresa que cierra” asegura Lagos.
Fuente/Mercurio Chile Minería/www.chilemineria.cl www.facebook.com/chilemineria.cl/ twitter.com/CHILEMINERIA www.instagram.com/chilemineria #chileminería, #minería, #energía,#cobre,#comunidades,#negocios,#aprimin